La llegada fue más corta de lo que nos imaginamos con nuestro superequipo de conducción formado por Gabi, Mike y un servidor donde cada etapa uno era el conductor, otro el copiloto y/o ayudante del conductor y el sobrante iba to sobao atrás con sus almohadas y demás. Nada más llegar y antes de montar la supernave, su colega Gabi y como no podia ser de otra manera, se pidió su botellita de Sidrinha, por si acaso se acababan.
Tras la tarde de saludos, preguntas, cachetones y un poco de cotilleos a la luz de las "Estrellas", inauguramos la llegada con una visita a los banquitos, donde debido a la alineación de los planetas, y también al nivel de sidra y gin tonic, que nos llegaba a la altura del cuello, surgió el temazo del verano del año que viene, cuyo título es " El cachete coloraó". Por ahora tenemos, la introducción, el estribillo y el final. Sus colegas de Valladolid crearán estrofas a punta pala en pocas semanas.
Y cuando el cuerpel dijo basta, cada uno se fue a su tienda y Dios ( o quien quiera que sea ) a la de todos. Sólo añadir, que esa noche noté como Mike, suavemente me echaba el brazo por encima mientras dormía, y a la misma vez que me quedaba extrañado, por alguna razón no hice nada al respecto.