Hola amig@s, quiero aportar una nueva entrada a nuestro blog, para que recordemos aquellas mañanas de verano en que algun@s teníamos que estudiar, pero todo se hacía mucho más fácil debido al gran desayuno que nos ofrecía nuestro gran amigo de los batidos de cocholate. Algunos no lo conocéis, pero os puedo asegurar que era el camarero con más guasa y alegría que ha pasado por la corredera.